Tolerantes
Todo el mundo es tolerante, o casi todo. Con todo, o casi todo. "Yo tengo un amigo tal.. o cual, pongamos homosexual", es la máxima de la que echan mano, curiosamente, en su mayoría, después de haber cometido un atropello respecto a aquellos. Esta, su gran máxima, les acredita a su parecer y con fuerza de cosa juzgada, como fieles defensores de la minoría en cuestión.
Partiendo de estas premisas puede concluir uno( en este caso yo), sin temor a equivocarse, que de tener esos mismos un amigo que.. que sé yo... suelta un par de hostias a su mujer algún día que otro, digamos los martes y jueves por ejemplo, se ha de entender irremediablemente e igualmente con fuerza de cosa juzgada, que no sólo respetan que le zurre, sino que les parece bien. Valiente estupidez.
Todos respetan, apoyan, se pronuncian en contra de los homófobos, por serlo, por verter un comentario ofensivo contra los gays.
Ahora bien, ponerles una pistola en la cabeza y darles a elegir entre darle un piquito a un homosexual (cosa que no quiere decir nada), o insultarle con desprecio, gritarle, llamarle maricón (un claro ejemplo de intolerancia).
Ni que decir tiene que la elección se oirá a kilómetros.
Para la siguiente frase iba a tirar de eufemismos, pero tras no pocas deliberaciones, he concluido que es más expresivo el registro vulgar. Suena como más contundente y clarificador.
¿Quién no ha sentido como que le estaban follando el culo alguna vez mientras cagaba? ¡Es como una jodida violación! ... O peor. Y sin lubricante. Aparte que parece como que tuviese espinitas, que ¡Zas! , ¡Zas! te van dando como pequeños tajitos a medida que van saliendo por tu perforado ano. Es como estar pariendo un rosal. Un rosal ancho, duro y maloliente que tú no has elegido tener.
¡Rasparme!. Meterme una lima y rasparme, pero no dejéis que esto salga por aquí. Aborto excrecional [excrecional, término que no existe, pero que mi impulso neologista (neologista, otro término que no encontraréis en ningún diccionario, pero que ante la disyuntiva de hacer uso de él o formular la frase de distinto modo, he optado por utilizar. Acrecentando, de paso, mi leyenda de abridor de horizontes) os brinda en primicia, con la ilusión de que en contraprestación vayáis utilizandolo en el día a día, venga o no a cuento, eso es lo de menos, aunque sea suelta, como exclamación que denote... qué se yo... como sinónimo de mierdoso... ¡Excrecional!... suena bien, utilizarlo así, es fino, más elegante... va a ser hasa registro culto, fíjate. Es suave, fonéticamente plástico, y además, suena casi como excepcional, por lo que no os será muy difícil retenerlo], habría que homologarlo.
A lo que iba, la otra opción era:
¿Quién no se ha sentido alguna vez sodomizado en el báter?
No dice nada. No tiene fuerza. La otra es basta, pero se entiende y transmite. Mejor basto transmitiendo que cultureta y que nadie sepa que cojones estás diciendo. Esto es lo malo, que sueltas una puta palabrota y ya no paras de decirlas. Es un puto vicio.
En definitiva, ¿Por qué les llamas culos rotos?
Culos rotos somos todos.
Partiendo de estas premisas puede concluir uno( en este caso yo), sin temor a equivocarse, que de tener esos mismos un amigo que.. que sé yo... suelta un par de hostias a su mujer algún día que otro, digamos los martes y jueves por ejemplo, se ha de entender irremediablemente e igualmente con fuerza de cosa juzgada, que no sólo respetan que le zurre, sino que les parece bien. Valiente estupidez.
Todos respetan, apoyan, se pronuncian en contra de los homófobos, por serlo, por verter un comentario ofensivo contra los gays.
Ahora bien, ponerles una pistola en la cabeza y darles a elegir entre darle un piquito a un homosexual (cosa que no quiere decir nada), o insultarle con desprecio, gritarle, llamarle maricón (un claro ejemplo de intolerancia).
Ni que decir tiene que la elección se oirá a kilómetros.
Para la siguiente frase iba a tirar de eufemismos, pero tras no pocas deliberaciones, he concluido que es más expresivo el registro vulgar. Suena como más contundente y clarificador.
¿Quién no ha sentido como que le estaban follando el culo alguna vez mientras cagaba? ¡Es como una jodida violación! ... O peor. Y sin lubricante. Aparte que parece como que tuviese espinitas, que ¡Zas! , ¡Zas! te van dando como pequeños tajitos a medida que van saliendo por tu perforado ano. Es como estar pariendo un rosal. Un rosal ancho, duro y maloliente que tú no has elegido tener.
¡Rasparme!. Meterme una lima y rasparme, pero no dejéis que esto salga por aquí. Aborto excrecional [excrecional, término que no existe, pero que mi impulso neologista (neologista, otro término que no encontraréis en ningún diccionario, pero que ante la disyuntiva de hacer uso de él o formular la frase de distinto modo, he optado por utilizar. Acrecentando, de paso, mi leyenda de abridor de horizontes) os brinda en primicia, con la ilusión de que en contraprestación vayáis utilizandolo en el día a día, venga o no a cuento, eso es lo de menos, aunque sea suelta, como exclamación que denote... qué se yo... como sinónimo de mierdoso... ¡Excrecional!... suena bien, utilizarlo así, es fino, más elegante... va a ser hasa registro culto, fíjate. Es suave, fonéticamente plástico, y además, suena casi como excepcional, por lo que no os será muy difícil retenerlo], habría que homologarlo.
A lo que iba, la otra opción era:
¿Quién no se ha sentido alguna vez sodomizado en el báter?
No dice nada. No tiene fuerza. La otra es basta, pero se entiende y transmite. Mejor basto transmitiendo que cultureta y que nadie sepa que cojones estás diciendo. Esto es lo malo, que sueltas una puta palabrota y ya no paras de decirlas. Es un puto vicio.
En definitiva, ¿Por qué les llamas culos rotos?
Culos rotos somos todos.
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