martes, 24 de marzo de 2009

Los anticonceptivos también te fallan follan.

Hé aquí un testimonio:

Antes de nada, daros a conocer mi situación personal, por si alguien, no sé, puede prestarme una ayudita con la que allanar el camino y salir adelante.
Me llamo Antonio, tengo cuarenta y dos años. Actualmente estoy parado y sin visos de encontrar empleo. En el banco tienen contrato Movistar y han puesto mi número de teléfono como Su Favorito, dado que se pasan el día llamándome, reclamando los siete meses de pagos atrasados que debo, repartidos en dos hipotecas y tres préstamos. La cuantía no la diré, porque según mi psicólogo del centro social, recordándola sólo consigo acrecentar las ganas de conocer... de reunirme al fin con mis tatarabuelos y siguientes, es decir, de morirme. Y eso no es bueno. No tengo luz en mi casa. Agua sólo cuando sudo... o llueve y se filtra cae en cascada por los agujeros boquetes que tengo desde dos meses atrás, cuando se derrumbó el techo de mi dormitorio y el salón. Al principio jodía un poco eso de que te cayera una cascada de agua mientras dormías o escuchabas el transistor, ahora, la verdad, hasta se agradece, sobre todo he notado que la gente ya no mira tanto al techo, como pidiendo oxígeno, cuando se monta conmigo en el ascensor. Eso sí, hay que andarse rápido y correr a por el champú antes de que los angelitos cierren el grifo, pues hay veces que parece que va a caer la de dios pero luego no puedes ni recrearte y has de quitarte el jabón con la toalla, porque la mierda del chiribiri, chispeo, o calabobos, como lo queráis llamar, no da pa' más.
Y ya está, creo que no se me olvida nada, sólo era eso.

- Muy bien. Dicho esto cuéntanos ahora eso de que los anticonceptivos también te fallan follan.

- Pues resulta que el otro día hicimos un trío y no nos dimos ni cuenta, hasta pasado un mes, cuando el test de embarazo dió positivo. Hasta ese momento no caímos en que aquella noche de Marzo, no sólo habíamos practicado el coito ella (mi señora) y yo, sino que también el anticonceptivo nos había follado... vivos... por delante y por detrás. Normal por otra parte, pensé, poniéndome en su situación de tercero en discordia, siempre de sujetavelas, viendo como nos desatamos por la pasión y el desenfreno sin invitarle al festín, eso embrutece a cualquiera, algún día lógicamente tenía que quitarse el calentón de encima y entrar en acción.
La pregunta ahora es: ¿Podríamos denunciar? no hubo consentimiento por nuestra parte, pues siquiera éramos conscientes de ello, oseéase, que fue una violación en toda regla. En toda regla, mira, suena hasta gracioso. ¿Contra quién dirigirnos?, ¿Contra la empresa que nos lo suministró?

3 comentarios:

Blogger caotico_jq ha dicho...

Jajajaja... qué bueno el texto. Tal y como son los americanos, que se querellan contra todo, podría estar basado en hechos reales, amos.

En cuanto al mío de la contracampaña, la que digo que costó dinero fue la de la Iglesia. La otra ya me imagino que ni un duro.

Saludos

25 de marzo de 2009, 15:08  
Blogger caotico_jq ha dicho...

Jeje... ok, no había pillado lo de "no se paga sin dinero" (es uno de esos arranques de rubia que me dan a veces).

Pues si puedes ver "Hamlet", no creo que te arrepientas.

26 de marzo de 2009, 15:12  
Blogger Alterglobalista ha dicho...

a por ellos!!!

3 de abril de 2009, 23:11  

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